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LA SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS
1 de enero
¿QUÉ SE CELEBRA?
La solemne fiesta de María como Madre de Dios.
La Jornada Mundial de la Paz desde 1968, declarada por Pablo VI.
¿DESDE CUÁNDO?
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Año 431. El concilio de Éfeso, le atribuyó oficialmente a María este título, así, María, no es sólo Madre de Cristo sino Theotokos, o sea, Madre de Dios.
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En el S.III ya estaba consolidada esta devoción a María.
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En 1931, conmemorando el XV centenario del Concilio de Éfeso, el Papa Pío XI, insertó la fiesta litúrgica en el calendario romano general.
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En 1969, con la reforma litúrgica, pasó a celebrarse el 1 de enero como solemnidad.
¿QUÉ SENTIDO TIENE?
Celebrar la parte que tuvo María en el misterio de la salvación y a exaltar la singular dignidad de que goza la Madre Santa, por la cual merecimos recibir al Autor de la vida.
María es la Madre de Dios porque es la Madre de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre. Por eso ella puede llevarnos a su Hijo mejor que nadie, porque nadie sabe cómo ella quién es Jesús, y nadie sabe relacionarse con Él mejor que ella.
La Virgen María nos invita a:
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Acoger la PALABRA como ella en la Anunciación con un “SI” una aceptación al servicio de la obra de la salvación, incondicional y llena de confianza Lucas 1,26-38
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Proclamar la PALABRA Lucas 1, 46-55 Magníficat
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Compartir la PALABRA Hechos 1,14
Ella estaba incorporada a la comunidad de creyentes Mc 3,31 y comprendió que ese Niño no era sólo "su Hijo" Lc 8,19-21, Y conservaba todo en su corazón. Lc 2, 19,21
Algunas referencias bíblicas sobre María Madre de Jesús:
Marcos 6,3
Mateo 1, 18-25; Mt 12, 46-50 ; Mt13, 53-55;
Lc 2, 29-43 ; Lc 1, 46-53
NORMAS LITURGICAS
Lecturas: Núm. 6,22-27; Gal 4, 4-7 ; Lc. 2, 16-21
La primera lectura de los Números nos recuerda que estamos bajo el "signo" de la bendición de Dios.
La segunda lectura es la carta de san Pablo a los Gálatas que nos habla de que Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer.
El evangelio, narra la adoración de los pastores y la imposición del nombre de Jesús al Niño.
Ornamentos: Blanco
Finaliza la Octava de Navidad
Y respecto a la jornada de la Paz, este deseo tiene profundas raíces bíblicas, cristológicas y navideñas; los hombres de todos los tiempos invocan el "bien de la paz" aunque atentan contra el frecuentemente, y en el modo más violento y destructor: con la guerra, y con esta aspiración, se señaló este día convirtiendo este día en un momento importante de oración por la paz, de educación en la paz y en los valores que están indisolublemente unidos a la misma, la justicia, la libertad, la solidaridad y la fraternidad, la dignidad de la persona humana, el respeto de la naturaleza, el derecho al trabajo y el carácter sagrado de la vida, y de denuncia de situaciones injustas, que turban las conciencias y amenazan la paz.