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SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA 26 de julio
¿QUÉ CELEBRAMOS?
La festividad de San Joaquín y Santa Ana.
¿QUÉ SENTIDO TIENE?
Celebrar la fiesta del Patrón de la Hermandad, (junto a la Virgen de los Dolores) desde el año 1522 (Nuestra historia)
Más tarde, la Iglesia lo unió a Santa Ana, como padres de la Virgen María.
¿CÚAL ES EL ORIGEN?
Según diferentes textos, a San Joaquín se le llama Jehoiaquin (en hebreo), Ioaquin (en griego) y Yonakir (en siríaco)
El nombre de Joaquín y su esposa Ana, padres de María, aunque en el Evangelio no salgan, la tradición cristiana, bien pronto, hacia el año 200, en el Protoevangelio de Santiago, que forma parte de los evangelios apócrifos, (relatos que de forma imaginaria quieren “completar” los cuatro evangelios) dieron nombre a los padres de María. Estos nombres se hicieron enseguida populares, y nosotros los seguimos recordando.
Sobre ellos se acumulan leyendas y tradiciones. La más valiosa es que de ellos, una pareja de Nazaret, nació María, la madre de Jesús, la Madre de Dios. Joaquín trabajaría seguramente en el campo, como casi todos los hombres de la época, y era el cabeza de familia.
Además de la historia, las leyendas, aunque sean fruto de la imaginación, transmiten mensajes interesantes. Existe un famoso libro medieval que contiene vida de santos, en el que recopila y sintetiza todas las tradiciones que el autor conocía, muchas de ellas, de origen muy antiguo, y algunas procedían ya de los evangelios apócrifos. El libro se llama LA LEYENDA AUREA su autor es Lacoppo de Varazze, y habla de la fiesta del nacimiento de la Madre de Dios:
“Joaquín era de Galilea, del pueblo de Nazaret, se casó con Ana que era de Belén. Los dos eran justos y para cumplir rectamente la voluntad del Señor, hacían tres partes de lo que ganaban: una la daban al templo y para los que estaban al servicio del templo, otra a los peregrinos y a los pobres, y la tercera la guardaban para ellos y su familia.
Durante veinte años de casados, no habían tenido hijos, e hicieron un voto a Dios que si le daban un descendiente, lo consagraría al servicio del Señor. Para obtener este favor, cada año iban a Jerusalén en las tres fiestas principales. El día de la fiesta de la Dedicación, Joaquín subió a Jerusalén y ofrecían una ofrenda. Un tal Rubén se indignó contra él pues era estéril y eso era considerado como una maldición divina...
Tuvo vergüenza de volver a su casa y se retiró al desierto… Se le apareció un ángel: Soy un ángel enviado por el Señor, tus plegarias han sido escuchadas y tus limosnas han subido a la presencia de Dios… Dios castiga el pecado, no lo que es fruto de la naturaleza… y le dijo se fuese a casa pues su esposa estaba encinta…”
Continua el ángel recordándole, otros nacimientos inesperados, Sara, Raquel...
De este texto, algunos interpretan que fue una concepción milagrosa.
Libro "Legenda aurea" de Jacopo da Varazze, 1290 - Biblioteca Medicea Laurenziana, Florencia.
¿DESDE CUÁNDO SE CELEBRA?
El culto a San Joaquín es menos popular y es además posterior.
Entre Jerusalén y Jericó existe un monasterio ortodoxo llamado de “San Joaquín en el desierto” que la tradición sitúa en el lugar donde estuvo San Joaquín.
El culto a San Joaquín se introdujo hacia el S.XIV (en la época se popularizo el culto a San José) y se consolidó en el siglo XVI.
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Un breviario de Venecia, datado en 1522, hace mención a que el Papa Julio II, mandó conmemorar al padre de la Virgen, el día 20 de marzo, pero esto fue abolido.
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En el año 1738, Clemente XII, la pasó al domingo siguiente a la Asunción.
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San Pío X, fijó su fiesta el 16 de agosto.
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El Concilio Vaticano II, ambos padres de la Virgen, San Joaquín y Santa Ana, son conmemorados el 26 de julio.
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Y en la actualidad: El Papa Francisco, en la XXVIII jornada de la juventud, celebrada el 26 de Julio de 2013, en Rio de Janeiro dijo:
“Hoy, la Iglesia celebra a los padres de la Virgen María, los abuelos de Jesús: los santos Joaquín y Ana. En su casa vino al mundo María, trayendo consigo el extraordinario misterio de la Inmaculada Concepción; en su casa creció acompañada por su amor y su fe; en su casa aprendió a escuchar al Señor y a seguir su voluntad. Los santos Joaquín y Ana forman parte de esa larga cadena que ha transmitido la fe y el amor de Dios, en el calor de la familia, hasta María que acogió en su seno al Hijo de Dios y lo dio al mundo, nos los ha dado a nosotros. ¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe! Refiriéndome al ambiente familiar quisiera subrayar una cosa: hoy, en esta fiesta de los santos Joaquín y Ana, se celebra, tanto en Brasil como en otros países, la fiesta de los abuelos. Qué importantes son en la vida de la familia para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad. Y qué importante es el encuentro y el diálogo intergeneracional, sobre todo dentro de la familia. El Documento conclusivo de Aparecida nos lo recuerda: “Niños y ancianos construyen el futuro de los pueblos. Los niños porque llevarán adelante la historia, los ancianos porque transmiten la experiencia y la sabiduría de su vida” (n. 447). Esta relación, este diálogo entre las generaciones, es un tesoro que tenemos que preservar y alimentar”
NORMAS LITURGICAS
Ornamentos Blanco
Lecturas del día , Ex 16, 1-5. 9-15 ; Mt 13,1-9