Convivencia
EL FRASNO
Una crónica de María García Lorente
Salimos a las 10h. de la mañana del Príncipe Felipe. Fuimos unas 40 personas, unas en el autobús y otras en sus coches.
Llegamos una hora más tarde, no había mucho sol, con lo que hacía un poco de fresco. Repartimos las habitaciones y luego cada uno se puso con alguna tarea, unos fueron a por el pan, otros a por hielo a la gasolinera, otros empezaron a preparar la comida… Pero también tuvimos de almorzar, de tomarnos un cafecillo, de dar una vuelta por el pueblo y de echar un partido de fútbol (esto los más jóvenes).
Después de la comida, se organizó un concurso de guiñote que duró varias horas. Los ganadores fueron Nacho Martínez y María Zaera, y las subcampeonas Ana Bonafonte y Tamara Izquierdo. También hubo quien jugó al Trivial, quien dio un paseo para bajar la comida y los niños aprovecharon para disfrazarse.
Para cenar, los chicos prepararon una barbacoa con costilla, chorizo, bacon, longaniza y morcilla. Estaba buenísimo!!! Hacía bastante frío pero pegaditos a la brasa se debía estar bastante bien.
Y tras la cena hubo más disfraces, esta vez por parte de los mayores, y karaoke. Estuvimos varias horas entonando canciones actuales y también de hace unas cuantas décadas. La verdad es que fue muy divertido cantar todos juntos.
Unos nos acostamos más o menos pronto pero otros creo que casi vieron amanecer, verdad juveniles???
A la mañana siguiente después de un buen desayuno, nos fuimos a hacer una pequeña excursión. Hacía un día buenísimo!
Volvimos a eso de las 12h. porque Isidoro ya había llegado e iba a comenzar la misa. Una misa muy especial porque estuvo casi dirigida por los más pequeños, ellos fueron los protagonistas de este momento. Cantaron, hicieron de monaguillos, llevaron las ofrendas y hasta nos recitaron una poesía.
Mientras unos preparaban las mesas, otros hacían la comida, otros empezaban a fregar la casa y otros nos montaban una antena para ver la Fórmula 1, qué gran idea!!!
Y tras la sobre mesa, todos empezamos a recoger nuestras cosas y a dejar todo bien limpito.
A las 18:30h. estaba preparado el autobús para volver a Zaragoza.
Fue un fin de semana de juegos, de paseos, de comidas, de risas pero sobretodo de convivencia y de intentar estar todos con todos para conocernos un poquito mejor.